Los pasos que no pueden faltar en el análisis completo de colorimetría

1.jpg

Si venís siguiendo mis reflexiones sobre el asesoramiento de imagen, sabrás sobre mi deseo de poner el foco en las sesiones de colorimetría y que nuestros clientes se apoderen de su armonía cromática.

Mi experiencia como mentora y formadora de profesionales destacadas me llevó a comprobar que este servicio es clave para que las ganancias en nuestros negocios crezcan y sentirnos reconfortadas con la profesión que nos apasiona.

Para ello, mi recomendación es realizar los análisis colorimetría en base a una técnica súper precisa y con mucho hincapié en los detalles.

2.jpg

La previa

El punto de partida estará en indagar sobre los usos y costumbres del cliente. Con esto me refiero a preguntar y analizar sus gustos, estilo, expectativas, rutinas y acercamiento al color.

Esta tarea conducirá hacia un trabajo de introspección muy fructífero y que permitirá guiarlo sobre una base segura y con sus preferencias como sostén.

En esta instancia, también es recomendable pedirle algunas fotos en diferentes situaciones. En el caso de las mujeres, incluir una a cara lavada y con el rostro despejado.

También contribuirá dar una vuelta por sus cuentas en las redes sociales.

DIVISOR AMARILLO .jpg

 Durante el encuentro

El background anterior nos brindará una base muy sólida. Ya cara a cara, mi sugerencia es tomar como guía estos pasos.

- Para el testeo, ubicar a la persona frente al espejo en un sitio con una iluminación pareja y neutra (ni cálida ni fría).

- Pedirle que tenga el rostro lo más despejado posible. Con el pelo recogido, sin maquillaje ni accesorios.

- Con suma atención y sin presión de tiempo, ir probando los distintos paños.

- Con cada uno, visualizar qué pasa con su piel, las ojeras, el borde y la pulpa de los labios, las pecas, las manchas de la piel, el blanco de los ojos.

¿Se nota un mejor semblante? ¿El cutis se ve más luminoso? ¿Las imperfecciones quedan disimuladas?

- Registrar y si es necesario, anotar los cambios ayudará para elegir la estación precisa.

-  La opinión del cliente sobre la opción que siente más sentadora brindará datos muy ricos.

- Otras preguntas valiosas: su metal preferido -plateado o dorado-, o la elección entre fucsia y naranja.

También, su tono al broncearse, el tipo de alimentación, si toma medicamentos y sobre sus ancestros.

Mi consejo es no dar por sentado la primera presunción ni guiarse únicamente por la teoría. Probar distintas alternativas, rechequear, repetir acercará una respuesta ajustada.

Esta secuencia es válida tanto para los encuentros presenciales como online. Para esta última opción, existen sistemas de testeo específicos. Además, es importante darle sugerencias al cliente sobre la mejor ubicación de la cámara.     

DIVISOR AMARILLO .jpg

La devolución

¡Es el momento más esperado por el cliente! y la oportunidad de mostrar nuestra creatividad,  practicidad y visión sobre nuestra tarea.

El secreto es ponernos en su lugar, pensar qué nos gustaría a nosotras recibir, buscar la forma más simple (evitando palabras técnicas) de presentar las recomendaciones.

También tener presente los motivos que llevaron a contratar el servicio. Si fue porque "está aburrido de su guardarropa", cambió su realidad profesional o quiere reencontrarse frente al espejo.

El desafío será generar su entusiasmo y darle estrategias concretas e híper personalizadas para aplicar la paleta elegida.

Con estas herramientas, de a poco y en pequeñas dosis, podrá comenzar a incorporar las recomendaciones.

Nuestra función como asesoras de imagen no será elegir "colores lindos" y menos aún, dictaminar reglas.

Si no, apoyar y enriquecer sus propios gustos y mostrarle combinaciones beneficiosas.

Al aplicar estos criterios, ¡la diferencia será enorme!




Anterior
Anterior

La colorimetría no es solo para las asesoras de imagen

Siguiente
Siguiente

La colorimetría ¡no debería fallar!: errores en el asesoramiento de imagen para tener en cuenta y descartar