Por qué para las asesoras de imagen el estilo no es una moda
Me propuse hace un tiempo desenmascarar las ideas superficiales sobre el asesoramiento de imagen. Y en esta desafiante misión suelo repetir como un mantra: “El estilo no es moda”.
Les aseguro que no es un juego de palabras ni una estrategia para que sigan en esta nota. Con esta frase, defino un poco el alma de nuestra tarea como activadoras de autoestima. También me refiero a la información que será el núcleo de una devolución a conciencia para nuestra clienta o cliente.
Vayamos un poco más allá. La moda habla de las tendencias de temporada, se restringe a los dictados sobre lo que se usa y lo que no, lo que va o no va. Dicho sea de paso: qué antigua esta concepción y qué satisfacción saber que cada vez más mujeres rechazamos regirnos por parámetros impuestos.
El estilo, en cambio, no es únicamente apariencia. Refleja personalidad, fortalezas, emociones, deseos. Remite al mensaje que una persona quiere o busca transmitir.
Entonces, como asesoras de imagen comprometidas, nuestra tarea estará en guiar a quien confíe en nosotras a que exprese desde lo externo ese potencial o que comience un cambio de afuera hacia adentro.
En muchos casos, implicará también reencontrarse frente al espejo, sentirse más seguras con su cuerpo y volver a sentir el placer de ocuparse de sí mismas.
Las ventajas del estilo
Ojo, estos no son los únicos beneficios que tendrá nuestra clienta o cliente al descubrir su personalidad al vestir. Además,
• Podrá encontrarse y sorprenderse con los colores y las combinaciones que concuerden con sus metas y prioridades. Sí, ¡el estilo es un excelente compañero de la colorimetría! En mi sistema, este análisis da la pista inicial sobre la paleta que convendrá indagar. En las clases de color, lo explico para que puedas ponerlo en práctica.
• Detectará cuáles son los infaltables para SU guardarropas. Recalco que son prendas básicas o acento propias. Porque la vestimenta adecuada para cada persona siempre deberá combinar el estilo y las exigencias de sus compromisos o los roles que ocupa. Como asesoras, este punto es fundamental. Un ejemplo: proponer un trajecito a una mujer que vive en las afueras de una ciudad y no suele tener reuniones laborales no será lo más oportuno.
• Sus compras serán acertadas. Como consumidoras, se sentirán mucho más reconfortadas al sentir que la inversión en la sesión de asesoramiento es perdurable y se refleja en sus gastos próximos.
Creo que estas son excelentes razones para destacar el análisis de estilo en tu menú de servicios, ¿no?
Una aclaración: sobre las novedades de temporada de las marcas y diseñadores, mi opinión es que incorporan creatividad y dan un necesario aire actual. Nuestra tarea será brindar sugerencias para nuestras clientas y clientes adopten estos ítems en las dosis justas y siempre a su favor. Es decir, aquello que les sirve. Para mí, la uniformidad está totalmente descartada.
El detector visual
¿Cómo agudizar el ojo para determinar la impronta de quienes contratan nuestros servicios?
Las asesoras de imagen tenemos una marcada sensibilidad para lo estético. Esa afinidad nos acercó a esta profesión y funcionará como el primer filtro de estilo.
Luego, una especialización completa y con los datos actualizados brindará el background suficiente para agudizar la mirada y ampliar las percepciones.
¿Buscás un poco más? Conocé sobre el Estilograma® que lancé hace muy poco tiempo dentro de la especialización en Estilos. Se trata de un sistema de testeo que te llevará ser más precisa en las decisiones y sumar contenido de valor a tus devoluciones.
¿Te sirvió esta info? ¿Habías reflexionado sobre la importancia del estilo? Dejame aquí tu comentario que te leo. Me encantará recibir tu opinión.
Con #amorcarnero 💜🐏, Flor