¿Tus clientes de asesoramiento de imagen no llegan?, apelá a tus fortalezas
Todo negocio independiente -no solo el asesoramiento de imagen- puede tener ciclos, vaivenes, momentos que requieren de más empuje (bue... remo, para qué mentir). Esto puede ocurrir cuando recién salimos al ruedo o en etapas en las cuales creíamos estar instaladas.
El parate, cualquiera sean las circunstancias, tendrá un denominador común: los clientes no llegan.
Hablar del contexto es facilísimo. Muchas seguidoras de mi blog son argentinas y están más que habituadas a ese tipo de argumentos. También sabemos que en nuestra era virtual hay mucho y de todo para elegir.
Releo estas líneas y sé que alguna se sorprenderá. Porque mi espíritu es impulsarlas, darles ánimo, decirles que van bien. ¡Y a eso quiero llegar en esta nota!
Pero las razones que desaniman existen, están al acecho y las conocemos de memoria. Al mismo tiempo, sé que a estos nubarrones hay que hackearlos y engañarlos para que no interfieran en nuestros deseos y propósitos más genuinos.
Tus dones, la fórmula sin contraindicaciones
El antídoto que yo propongo para cortar una mala racha es la base de mi MÉTODO BRILLO y consiste en apelar a las fortalezas.
La razón es que al sostenernos en aquello que nos sale bien, nos resulta más fácil y en los estados en los cuales fluimos, la energía brota. Además, las ideas serán mucho más rendidoras, aplicables y fructíferas.
No hay misterio en esto. Esos dones nos llevan a trabajar a gusto, con menos estrés y más autoconfianza.
En cambio, cuando una actividad no está en sintonía con nuestras preferencias se sentirá como un peso, una carga, una obligación.
Por consiguiente, el cansancio y el agotamiento no tardarán en aparecer; será más difícil encontrar el tiempo para dedicarle a nuestro emprendimiento; y las sensaciones de frustración e insatisfacción serán más altas.
La distinción no es algo menor. Muchas de nosotras fuimos formateadas en la cultura del esfuerzo. Según esta filosofía a mayor sacrificio, mayores serían las ganancias. Ojo, no tiro abajo el valor del trabajo y la perseverancia. Pero cuánto más fácil es ser constantes y dedicadas en aquello que nos gusta y nos sale mejor.
Por otro lado, todavía impera la falsa idea sobre las habilidades que llevan a trabajos más redituables y seguros. Sobre esto, muchísimas egresadas de mi Certificación en Imagen y Marketing personal pueden dar fe que dejar una profesión de las llamadas convencionales fue un camino revelador y hacia una mayor satisfacción. Algo nada menor, ¿o no?
Tus puntos a favor
Si hablamos de nuestros dones como asesoras de imagen, podemos decir que el ojo estético es el puntapié que nos lleva a elegir esta tarea.
Pero, ir un poco más allá, nos hará sobresalir en propuestas diferenciales. Algunos ejemplos:
La capacidad para el orden se traducirá en servicios de organización para el guardarropas que resulten sublimes. Acá el éxito no estará en dejarlo impecable, si no en que siga un criterio que permita resolver con facilidad la vestimenta para distintos momentos.
La creatividad, la curiosidad por las novedades y la facilidad para el manejo de los colores serán condiciones para una experta en armado de conjuntos
La facilidad para detectar tendencias, encontrar piezas valiosas y recorrer percheros son las condiciones necesarias para resaltar las propuestas de personal shopper o para armar circuitos de compras.
Mientras que la capacidad de contención y la empatía es la condición indispensable de las #activadorasdeautoestima.
Como cierre, quiero invitarte a que conozcas mi Método BRILLO, el entrenamiento online para detectar tus dones y talentos y aplicarlos en tu negocio de asesoramiento de imagen.
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Con amor, Flor