No vender para vender más...

¿Tenés un showroom de indumentaria? ¿Trabajás en un local de ropa? ¿Te interesa descubrir cómo se sienten las mujeres en los probadores y frente al espejo al comprarse ropa? ¡Esto te va a interesar!

El martes pasado tuve la oportunidad de entrevistar a Mariela de @lindadealma en los Encuentros de Imagen que realizo periódicamente.

La entrevista fue realizada en vivo a través de Instagram y como sabés, solo queda disponible durante 24 horas.

A mí me gusta sacarle el máximo jugo a estas entrevistas porque las mujeres que elijo son súper inspiradoras, con mucho para compartir y para enseñarnos sobre su camino y sobre su experiencia. Por eso quiero resumir esa charla amorosa que tuve con Marie, en este posteo del blog.

Mariela es la dueña y directora de Linda de Alma, un showroom que queda en la localidad de Martínez, Buenos Aires - Argentina. Allí vende prendas y accesorios para mujeres y además tiene un espacio donde dicta talleres con especialistas .

 La energía de Marie genera un clima súper amigable que invita a las mujeres a tener una experiencia positiva.

¿Cómo comenzó?

Como muchas, comenzó con el tema de la ropa como un hobby en paralelo con otro trabajo que le insumía muchísimas horas y dedicación.  En su auto cargaba un bolso lleno de ropa con el cual recorría los “100 barrios porteños”. Con una actitud proactiva, no esperaba a que la llamen para ir a mostrar la ropa, sino que ella se acercaba a los lugares donde hubieran mujeres reunidas.  Lo hizo durante mucho tiempo porque la motivaba ayudar a las mujeres a verse más lindas.  Este hobby comenzó a ser cada vez más redituable y un día decidió dejar el baúl del auto (y el trabajo fijo) y se puso su propio espacio en una zona que le resultó accesible.  Con mucho miedo, pero convencida de que era lo que quería,  armó su pequeño showroom. “¿Vendrán?” dudaba.  Para su sorpresa las mujeres estaban tan cautivadas con la forma de ser de Mariela que la siguieron hasta allí.

¿Cómo comunicaba en redes?

Al principio mostraba la ropa con la ayuda de su sobrina, quién hacía las veces de modelo, pero luego se dio cuenta de que era muy difícil coordinar los horarios, entonces decidió ser ella quién mostrará los looks.  Tímidamente al comienzo, pero luego empezó a soltarse cada vez. “Cuando venga enroscada o con un mal día agarro 3 o 4 conjuntos y me pongo frente a la cámara con mis luces y comienzo a moverme, a jugar a saltar, a bailar y de ahí salen las mejores fotos.  Me di cuenta de que después de hacerlo me siento mucho mejor! Lo disfruto y me divierte!”

¿Cuál es su filosofía de negocio?

“Hacerte sentir como en tu casa, en un living con sillones cómodos, donde el mate pasa.” Adrede no tiene un mostrador dónde cobrar. Lo que se vive es una reunión de amigas que se juntan para jugar y probar nuevos looks.  Lo que más le gusta escuchar cuando una clienta nueva llega es quién la recomendó. Su misión: ayudar a las mujeres a verse más lindas. Lo que surgió como un hashtag #ustedesmáslindas.  

¿Qué le pasa a la mujer cuando se mira al espejo?

“Muchísimas mujeres se sienten aterradas de mirarse al espejo porque siempre encuentran algo de ellas que no les gusta. Yo quiero ayudarlas a que puedan tener una mirada como vos me enseñaste, más objetiva y amorosa.  Lo primero que hago es lograr que salgan del probador,  que caminen frente al espejo, que se acerquen y se alejen.  Inmediatamente les muestro otras prendas para que vayan probando distintas alternativas, no para venderles más, no está en mi ADN, sino para que prueben cómo se ven de diferentes formas.  Si me dicen que algo no les queda bien o no se sienten cómodas, les aclaro que no necesitan comprarlo.  Nunca, nunca presiono”.

Al tener todo a mano, los espejos, los percheros, el sillón cómodo,  los probadores, todo es más amigable.  “Cuando entra una mujer por primera vez, yo ya sé cuál es su talle, decodifico qué es lo que está buscando.  Igual me gusta mucho charlar y que me cuenten.  Si veo que algo no les gusta les muestro muchas más opciones, las dejo que experimenten, estoy atenta para ayudarlas a que sigan probando. Me gusta ofrecerles colores (dentro de su paleta) que nunca hayan usado antes, me encanta acercarles un tipo de prenda que las beneficie. “

Tengo que decir que la palabra ayuda salió de su boca un montón de veces durante la charla y puedo afirmar que su vocación es oficiar de medio para que la mujer se vea mejor.

Qué importante es que el objetivo principal de un negocio no sea el de ganar dinero, sino el propio disfrute sumado al servicio al otro.

Cuando llega una mujer nueva a su showroom, Marie la recibe con una amplia sonrisa, la invita a pasar y le dedica un tiempo para conocer cómo llego hasta ahí.  La mayoría vienen recomendadas por otras mujeres. “Me interesa muchísimo conocer el detrás del cliente, que lo trae hasta mí, que está buscando, qué necesita. Siempre busco hacerlas sentir como en su casa”.

Hace apenas 2 años, pudo mudarse a un lugar más amplio,  donde agregó un 2º piso para dictar talleres y charlas donde van a especialistas en distintas temáticas cómo constelaciones o cata de vinos o empoderamiento femenino.

Mariela es exalumna de mi Certificación en Imagen y Marketing Personal y por supuesto me interesaba saber si el estudio había contribuido al crecimiento de su emprendimiento.  “Me dio una visión más amplia, un marco teórico, me abrió la cabeza, me ordenó y me aportó vocabulario técnico que me sirve para justificar lo que yo veo con mi intuición.  Aprendí sobre colorimetría y nuevas combinaciones de colores!”. Y yo agrego que se nota también el cambio en la comunicación en sus redes.

¿Qué hay en el futuro para linda de alma?

“Quiero seguir creciendo siempre!. Lo que se viene es mi marca propia y continuar ofreciendo talleres y charlas para ayudar a más y más mujeres.”

 

Compartir historias de mujeres que se animan es mi misión. Inspirar y motivarte a que vayas por más es lo que me mueve a mí. Asi que termino este posteo agradeciendote a vos, por estar ahí leyendo esto. Y deseo amorosamente que te animes, un poco más, a acercarte a tu sueño hecho realidad.

 

“Te merecés trabajar de lo que te apasiona”

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