Tus primeros clientes como asesora de imagen están a un click de distancia

Las asesoras de imagen sabemos que para cumplir con nuestro propósito necesitamos clientes dispuestos a experimentar un cambio en sus vidas.


Desde el otro lado de la pantalla, me dirán: “La idea es maravillosa. Pero, ¿cómo capto a esas personas?, ¿dónde están?, ¿cómo llegar a ellas?”

La cuestión no es nada menor porque buscamos que esta actividad resulte rentable, se convierta en una fuente de ingresos, en un negocio.

¡Y esto es posible!

La razón que me surge al instante y por propia experiencia es que esos potenciales destinatarios de tus servicios están más cerca de lo que imaginás.

Y si estás pensando en que, entonces, una red de contactos envidiable es la condición imprescindible para comenzar en este rubro, vengo a despejar esta creencia muy instalada.

Desde ya, ¡no voy a minimizar la relevancia de las relaciones personales! Son más que importantísimas.

Aunque, no hace falta tener un millón de amigos (o seguidores en las redes, para ser más actuales). Tampoco ser íntima de la actriz, celebrity, modelo o influencer considerada la referente de estilo del momento.

La clave estará en encontrar tu OPORTUNIDAD (este es uno de los núcleos de mi MÉTODO BRILLO® para asesoras de imagen) y armar a partir de ahí una red, con distintos niveles de cercanía.

Las sugerencias para generar tu comunidad aliada 

  • Casi como una ley, tus amigas, amigas de amigas y conocidas serán las primeras en recibir tus lanzamientos y servicios. Muchas de ellas habrán detectado antes que nadie tu sensibilidad y tu pasión por la imagen y estarán contentas en poder impregnarse de tus conocimientos.

    Además, cuando te reposteen en sus redes, empezará a rodar el tan anhelado boca a boca.

  • Tus colegas, compañeros y hasta jefes de tus experiencias o mundos laborales anteriores también deberían estar en tu radar.

    Acá, una clave es armar una propuesta que se ajuste a sus necesidades y estilo de vida.

    Vos sabés mejor que nadie si en las reuniones -presenciales u online- hace falta un cierto código de vestuario. Para quienes, una propuesta de personal shopper puede ser un bálsamo ante la falta de tiempo. O si se trata de un rubro con un trato fluido con clientes.

    ¡Poné en juego tu percepción y creatividad!

  • Las alianzas con otras profesionales y emprendedoras serán otra puerta de entrada triunfal. El efecto puede ser de win-win. Ambas o ambos retroalimentarán sus negocios y sumarán clientes. 

    La clave: buscar servicios complementarios. Que el asesoramiento de imagen esté antes o después de la decisión de compra asociada. 

    Un showroom o negocio de ropa, una marca para novias y fiestas, una maquilladora, una peluquería o un centro de estética son opciones justas. 

    Un plus es que podrán generar acciones de promoción en conjunto y compartir un mismo espacio.

  • ¡El mundo online! La web se convirtió en una fantástica vidriera. Como emprendedoras, nuestra tarea es aprender a destacarnos, a darnos a conocer y que nuestro público objetivo dé con nosotras. 

    Para ello, las redes sociales son un excelente recurso. Ojo, siempre que las utilices con una estrategia y una finalidad definida.

    Y el sitio web propio, una necesidad imperiosa. Porque te permitirá estar vigente, sin importar algoritmos ajenos.

A partir de esta base, hay muchísimo para trabajar e implementar. En mis mentorías individuales y en los mastermind de asesoramiento grupal te ayudo a trazar tu propio camino para seguir avanzando. 

También estate atenta al lanzamiento de mis próximos cursos enfocados en tus necesidades profesionales. La modalidad será muy práctica y adaptada al ritmo de cada una.


Por más #activadorasdeautoestima!

Con amor, Flor

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