La devolución a la clienta en la sesión de asesoramiento de imagen online

Cómo quedar en su órbita para que vuelva a contratarte

Si hablamos de un servicio de asesoramiento de imagen online,  la primera impresión cuenta un montón, pero la última también tiene su peso específico.

A esto me refiero cuando tenemos que preparar la devolución final para nuestra clienta, que será el broche de oro del servicio.

Y si tu power y creatividad estuvieron a pleno en la entrevista inicial y en el o los encuentros que conformaron el asesoramiento en sí; este no es el momento de desinflarte ni de tirarte a menos.

El objetivo en esta instancia será reforzar tus sugerencias y consejos y bajarlos a tierra con ejemplos concretos y personalizados que lleven a poner en práctica el cambio deseado o esperado por ella.

Además, servirá para refrescar conceptos que tal vez en la interacción a través de la pantalla hayan quedado diluidos.

Otra ventaja: será una herramienta muy efectiva de marketing.

Porque si tu clienta te tiene siempre en su órbita y el material se convierte en su “SOS” inspirador para armar looks que reflejen su marca personal, que la hagan ganar más confianza en sí misma o para acompañar ese cambio interior que está atravesando, seguramente volverá a contactarte una y otra vez y no dudará en recomendarte en su círculo íntimo -lo cual se conoce como “marketing de referidos” y es una potente vía para hacer crecer tu negocio.

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Manual de estilo

 ¿Cómo pensar y armar tu devolución?

Esta deberá funcionar como mini guía personalizada de consulta -sí o sí por escrito- y deberá tener un formato ágil y dinámico.

 

La estructura

 Introducción

Pensada como el repaso del encuentro.

 

Nudo

 Estará centrado en fortalezas, cambios y sugerencias.

 

Cierre

Puede ser una oportunidad extra para recordar el valor de la mirada amorosa frente al espejo, de darse un tiempo para un autocuidado y otros conceptos específicos y personales trabajados en las charlas.

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El formato

 

Salvo que quieras destacarte con una presentación y encuadernación muy cuidada y puntillosa; las opciones digitales resultan prácticas, no implican un gasto extra de materiales o envíos ni demora en la elaboración y la entrega.

 

 

El contenido

El tono y las palabras de cada una de tus frases no es algo para pasar por alto.

Al recibir nuestra guía, nuestra clienta deberá sentirse mimada, reconocida y con ganas de poner en marcha nuestra visión; y no, como si estuviera frente al boletín del momento rebelde del secundario.


Por lo cual

–     Las frases positivas serán más que bienvenidas; y las que destacan errores, mejor erradicarlas.

–     Los tecnicismos -útiles en la formación como asesoras de imagen- tampoco deberían tener presencia. Nadie los entiende y algunos -como el cuerpo rectángulo o pera- no son nada alentadores ni felices.

–     Los consejos y la información deberán estar ajustados a la realidad y al estilo de vida de la clienta y seguir la línea de las charlas y el trabajo realizado en conjunto. Una fórmula estándar e universal será detectada enseguida del otro lado y no generará demasiada empatía.

–     Un “sí” a destacar los consejos que deriven de las necesidades específicas de la clienta, los motivos que la impulsaron al asesoramiento, lo charlado entre las dos y algún punto esencial compartido.

–     Un “no” para las sugerencias de marcas alejadas de su presupuesto o su mundo. Pueden ser un recurso para mostrar un estilo. Pero después, es útil centrarse en opciones que puedan implementarse.

–     Las fotos e ilustraciones deberán ser el elemento central. Si estamos hablando de imagen, desde ya, “mostrar” será mucho mejor que “decir”.



 Las proporciones justas

 –     Un 80% de datos y recomendaciones aplicables.

–     Un 15% de tu cuota como activadora de autoestima.

–     El 5% restante que invite a contratarte y recomendarte una y otra vez. 

 

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Un llamado extra

 

Después de enviar la guía -ni bien ella la reciba o cuando ya la haya analizado- pueden pautar una llamada para redondear ideas, darle un cierre a esa intervención y dejar un camino abierto para otros servicios.

 

 Un tip extra: los hombres recurren cada vez más al asesoramiento de imagen y esta misma modalidad pueden adaptarse a sus requerimientos concretos.

 

 

¿Habías pensado en lo importante que resulta este paso en tus servicios de asesoramiento de imagen?

 

¿Cómo implementás vos la devolución a tus clientes?

 

Espero tus ideas y sugerencias









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